Clinica Veterinaria Angora

Clínica Veterinaria Angora CAMPAÑA DETECCIÓN LEISHMANIA

La leishmania es una enfermedad infecciosa endémica de nuestro país transmitida por la picadura de un mosquito, cuyo diagnóstico y tratamiento temprano puede evitar que llegue a causar graves consecuencias en la salud de nuestro perro. Aunque en gatos también hay casos documentados es más raro de encontrar, al igual que en hurones y humanos (donde recibe el nombre de leishmaniasis).

El parásito responsable de causar esta enfermedad es un protozoo llamado Leishmania Infantum y lo hace a través de un tipo de mosquito llamado flebotomo. Las condiciones ambientales hacen que estos mosquitos estén más presentes en primavera y verano (y hoy en día principios de otoño) por lo que hay que proteger especialmente a nuestro animal en esta época (collares, pipetas y/o vacuna). Su período de incubación hace que la época idónea para hacer un diagnóstico precoz sea a principios de año. Es importante reseñar que es una enfermedad vectorial, es decir se produce por la picadura de un mosquito y nunca por el contacto con el animal, por lo que no son contagiosos para nosotros. Sin embargo, no debemos olvidar que es una zoonosis, y por tanto si queremos reducir el riesgo de padecerla nosotros debemos controlar la infección en ellos puesto que son un reservorio para los mosquitos

Síntomas

Una vez que el perro es infectado por el parásito, éste vive y se reproduce en sus órganos y en función de su estado de salud provocará una afectación sistémica en el organismo y conllevará un empeoramiento progresivo.

Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 6 meses después de ser infectados, pero depende de la carga parasitaria de cada animal. Si un perro es positivo y se le somete a un tratamiento al que responda adecuadamente para aislar al parásito el paciente podrá disfrutar de buena calidad de vida e incluso fallecer por causas no relacionadas con esta enfermedad.

Los parásitos pueden depositarse en varios sitios dentro del animal, según donde se encuentren darán diferentes sintomatologías, siendo las leishmanias cutáneas las más llamativas, pero no por ello las más peligrosas. Sin embargo, si la enfermedad evoluciona y no es tratada a tiempo podrá afectar a riñones, hígado y bazo (leishmania visceral) y producir un fallo multiorgánico con desenlace fatal.

·       Heridas de difícil cicatrización, pueden aparecer por todo el cuerpo, pero son más comunes en orejas y alrededor de los ojos. Descamación y piel seca

·       Onicogrifosis: crecimiento desproporcionado de las uñas

·       Cojeras

·       Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos

·       Delgadez y pérdida de peso

·       Apatía e inapetencia

·       Vómitos…

Diagnóstico

La forma más común de diagnósticarlo es un test rápido donde se detectan anticuerpos creados frente a esta enfermedad por el animal. Para ello es necesario la extracción de unas gotas de sangre. En caso de ser positivo habría que realizar un estudio general del animal para ver en qué estado se encuentra y poder estadíar la enfermedad, saber la capacidad de multiplicación del parásito, así como la cantidad de este (titulación de anticuerpos) y pautar el tratamiento más adecuado

Tratamiento

Dependiendo de cada caso el tratamiento variará al igual que variará el estado clínico de cada animal.

Los tratamientos están enfocados a fortalecer el sistema inmune para que nuestro organismo sea capaz de crear una buena respuesta frente a la enfermedad y en intentar disminuir la carga parasitaria del animal. Para ellos hay diferentes fármacos y el veterinario deberá valorar cual es la mejor opción dependiendo de cada paciente

Pronóstico

El pronóstico frente a la enfermedad es siempre reservado

Cuanto más temprana sea su detección más posibilidades de controlar la enfermedad tenemos.

Es importante mantener controlados a los animales infectados, sobre todo a nivel renal y hepático.